Artículo de Comité AMPPI: Adoptemos Buenas Prácticas y Apoyemos a las Madres Trabajadoras Por: Lic. Patricia Alvarez y DeLucio – Comité Diversidad e Inclusión AMPPI –

16 mayo, 2019

Adoptemos Buenas Prácticas y Apoyemos a las Madres Trabajadoras

Lic. Patricia Alvarez y Delucio

De acuerdo con cifras oficiales del INEGI de 20.2 millones de mujeres que trabajan de forma remunerada alrededor del 74% son madres y aunque ante la Ley no hay diferencia entre hombres y mujeres para el ejercicio de derechos y obligaciones, en la realidad las mujeres que son madres se insertan en el mercado laboral en condiciones más adversas, teniendo que combinar las actividades laborales con la crianza de los hijos y los quehaceres domésticos y obviamente la participación laboral de las mujeres disminuye si aumenta su número de hijos, en principio porque no cuentan con apoyos suficientes para desarrollar sus labores.

Nuestra Ley Federal del Trabajo comparte con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) derechos básicos para las mujeres, como el otorgamiento de una licencia por maternidad (6 semanas antes de dar a luz y 6 semanas posparto para México), así como algunas prohibiciones básicas encaminadas a proteger a la mujer embarazada y su hijo, y evitar así poner en riesgo su salud, como:

No manipular materiales químicos

No transportar cargas pesadas

No cubrir horarios nocturnos

No realizar horas extras de trabajo.

Asimismo, el periodo de lactancia también está considerando por la Ley, otorgando a las madres en dicho periodo 2 descansos de 30 min cada uno, por día laborable, hasta por 6 meses.

Por desgracia en la práctica, se siguen dando casos de despido o bien coacción para que las mujeres renuncien a sus trabajos al conocerse o ser evidente su estado gravidez, así mismo el trabajar en lugares insalubres y realizar actividades que conllevan un riesgo, son sólo algunas de las frecuentes malas prácticas que ocurren en México y en muchos otros países.

Las licencias por maternidad por ejemplo, es una prestación laboral vigente en la mayoría de los países de América Latina y Europa pero por otro lado en los Estados Unidos, a nivel federal no hay licencias remunerada por maternidad, a excepción del Estado de California, por lo que en la mayoría de los Estados las mujeres que desean ser madres tienen que considerar retirarse, y aquellas que desean conservar sus empleos, tienen que ingeniárselas para pasar el mayor tiempo posible con sus bebés, ya sea con una licencia por discapacidad temporal, una baja por enfermedad, días de vacaciones, días personales, licencias sin goce de sueldo e inclusive contratar su propio seguro que les permita contar con recursos durante ese periodo.

Es bueno saber que en muchos países los derechos de los padres también se consideran y se puede tomar una licencia por días o semanas a partir de la fecha de parto o llegada del niño adoptivo, aunque no siempre son licencias remuneradas y cuando ambos padres laboran en la misma empresa la solicitud de licencias deberá manejarse de forma conjunta combinando los tiempos que se concedan a cada padre.

Resulta curioso que se siguen asociando palabras como incapacidad y enfermedad a los periodos de gestación y lactancia, olvidando que para muchas mujeres el ser madre es una de las formas de alcanzar su realización personal, siendo el periodo en el que más se esfuerzan y aprenden a estar en plenitud de capacidades ya que no hay margen de error, porque tienen la mayor responsabilidad de su vida entre sus manos.

En el extremo contrario, existen países que prioriza a las madres y sus hijos como en Alemania y Canadá que cuentan con servicios médicos de primer nivel, licencias remuneradas de maternidad de hasta 6 meses y donde se le asegura el retorno al trabajo sin menoscabo de sueldo e inclusive se les puede otorgar una subvención por cada hijo.

Adicionalmente hay empresas que sobrepasan lo que marcan las Leyes y otorgan a sus trabajadoras beneficios que las destacan por pertenecer al “Working Mother 100 best Companies”, con buenas prácticas, de entre las que destacan:

Igualdad en oportunidades. – Estas empresas se esfuerzan en tener una equitativa proporción entre hombres y mujeres en las posiciones Directivas tratando de mantener un sano equilibrio cercano al 50%, aunque en las posiciones de máxima responsabilidad aún hay un largo trecho por lograrlo.

Licencia remunerada por maternidad.- El 100% de las empresas apoyan a ambos padres tanto en la licencia de maternidad, como por adopción. En promedio se otorgan 9 semanas a las mujeres y 3 semanas a los hombres, ambos con el 100% de salario.

Flexibilidad.- La oferta de horarios flexibles para facilitar la lactancia o un horario reducido cuando las madres se integran al trabajo, es una buena práctica aunque en algunos casos implica también un ajuste al salario. Las mejores empresas extienden la flexibilidad de horarios para que la madre trabajadora pueda acordar horarios flexibles, trabajo en casa o jornadas reducidas de forma permanente.

Home office.- El trabajar desde casa es una práctica muy aludida por los altos ejecutivos pero cada vez se va extendiendo a otros niveles de responsabilidad y es especialmente atractiva para implementar en ciudades tan complejas como la Ciudad de México aunque usualmente las empresas proporcionan el equipo y suministros electrónicos hay que recordar que no para todos los tipos de trabajos es viable esta opción.

Apoyo educativo.- La mayoría de las empresas calificadas, otorgan un 100% de reembolso de la matrícula para continuar estudiando así como becas o inclusive financiamiento para realizar estudios universitarios y de postgrado.

Hay muchos otros beneficios que algunas empresas otorgan para apoyar a las madres trabajadoras como guardería y estancias infantiles, así como diversos apoyos en el proceso de adopción e inclusive en tratamientos de fertilidad y fecundación asistida, lo cual marca el compromiso de las empresas con sus empleados y su responsabilidad social.

Implementar algunas de las prácticas aquí expuestas podría sonar un tanto complejo pero lo más difícil es romper algunos paradigmas y ser más sensibles y solidarios con las necesidades de las madres trabajadoras, afortunadamente ya son muchas las empresas que por iniciativa propia están adoptando las mejores prácticas, pero aun así siguen siendo un número reducido, por lo que el reto es para todos aquellos que hemos decidido colaborar para formar mejores empresas que den no sólo el sustento a un grupo de familias sino ser la mejor opción de trabajo para sus colaboradores que las escojan por convicción y no por obligación, con la meta de distinguirse en un futuro cercano, por ser uno de los mejores lugares para trabajar y quizás colarse en el ranking mundial.

Patricia Alvarez y Delucio

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